lunes, 22 de octubre de 2012

Nuevo disco en el horno

En menuda nos hemos metido! Ya por fin, el nuevo disco de Mammy Tuna está a punto de ver la luz. Y está suponiendo toda una aventura, una aventura y un viaje en el tiempo!

La idea de hacer algo radicalmente diferente ya corría por nuestras cabezas desde hace varios meses, y sinceramente, no teníamos ni idea de si el resultado sería suficientemente bueno o un verdadero y muy ruidoso fracaso. Lo único que queríamos era recoger en estado puro la esencia de la banda, ese sentimiento de unidad que sentimos en nuestro local de ensayo y esa energía que a todos se nos mete en el pecho cuando atacamos un estribillo. Y el único vehículo que se nos ocurría para poder llevar toda esa emoción al oyente era un viejo magnetofón de cinta analógica de los años 70, que, milagrosamente, seguía funcionando bien!



En el mes de Julio nos encerramos un fin de semana en un antiguo granero en un pueblo perdido de la provincia de Segovia y ahí montamos la máquina del tiempo. Equipo de más de 40 y 50 años, algunas cosas llevaban sin usarse unas cuantas décadas, metros y metros de cables, cajas de madera insonorizadas, unos paquetes de tabaco y una nevera llena de latas de brebaje dorado espumoso. Tocamos todos a la vez, como en un concierto, mientras el magnetofón recogía cada detalle, cada sutileza, añadiendo su propio soplido, como la respiración de un ser vivo, y haciendo temblar las agujas de los vúmetros. Tocamos con confianza, pero con cierta preocupación ante la imposibilidad de editar la grabación más tarde, ya que la estábamos haciendo a la más antigua usanza, en dos pistas, en estéreo, todo ya mezclado como creíamos que debería sonar bien.

Aquella noche de sábado, cuando terminamos la última sesión de grabación, ya entrada la noche, una sonrisa de satisfacción lograba rebasar la barrera del cansancio y dibujarse en nuestra boca. Brindamos por ello y aunque algunos no pudieron aguantar más y cayeron dormidos en el sofá, otros nos fuimos a celebrarlo hasta altas horas de la madrugada, paseando por las desiertas calles de aquél misterioso pueblo, intentando prolongar esa maravillosa sensación de calma tras un trabajo bien hecho.



Unos días más tarde, ya en nuestro estudio, Mara grabó sus partes de voz, haciendo su magia habitual, y yo metí una guitarra acústica que nos faltaba en un tema. Esa parte la grabé con una guitarra Suzuki de doce cuerdas del año 76 que sonaba como un piano! Sergio Valdehita también adornó algún tema con su piano Rhodes. Y unas semanas después, Sergio y un servidor comenzamos el proceso de ecualización y mastering, ayudados desde la distancia por los sabios consejos del grandísimo Gugu Martínez, quien desinteresadamente nos animaba a seguir adelante y superar las adversas circunstancias. Finalmente el producto final casi podéis degustarlo en nuestra página de Bandcamp: http://www.mammytuna.bandcamp.com y muy pronto también en Grooveshark y Spotify.

Se abre una nueva etapa para nosotros. La etapa de presentar un trabajo discográfico del que todos estamos orgullosos de haber parido. Defenderlo en directo, chupar muchos kilómetros y hacer toda la promo posible, dejarnos la piel y pelear por llegar al siguiente puerto. La aventura continúa, y después de muchos oleajes y hasta maremotos, seguimos más unidos que nunca y navegando con fuerza. El viento nos llevará lejos.

Gracias a todos los que nos habéis apoyado en estos meses. El mérito de este disco también es vuestro. Pronto lo celebraremos juntos y brindaremos por la música en estado puro.

Manu Mammy Tuna



Nota para los curiosos:
Para grabar el disco usamos una mesa de mezclas Allen & Heath del año 76 y un magnetofón Sony también de los 70.
J usó una batería mixta con toms Edgware del 62 y bombo Olympic del 58. Usó una caja Ludwig Suprasonic.
Sergio Valdehita usó su Nord C1 a través de un Leslie original del año 52, y un piano Rhodes Mark I original del año 78.
Mod Navarro enchufó su Jazz Bass a un amplificador hecho a mano de válvulas tipo Bassman.
David Velasco usó una guitarra Burny Les Paul Custom (tipo Black Beauty) del año 90 y una Fender Stratocaster Road Worn '62 a través de su amplificador Fender Blues Junior, y entre sus pedales se puede encontrar el famoso Ibanez TS 808 Handwired, de los que ya no hay.
Manu Garaizabal usó una Gibson Les Paul Deluxe del año 78 y una Gibson ES-335 del 68 a través de un Klon Centaur y un Fender Deluxe Amp del año 1965.
Para grabar la voz de Mara Saiz usamos un compresor analógico de marca Oohlala, modelo Oxygen, muy raro y bastante impresionante.